AN recuerda a Martín Tovar y Tovar por el 196° aniversario de su natalicio

Durante un punto de información en la sesión plenaria de este martes, el diputado Fernando Bastidas (PSUV/Falcón) recordó a uno de los pintores venezolanos más importantes del siglo XIX, como lo fue Martín Tovar y Tovar, al cumplirse el pasado 10 de febrero el 196° aniversario de su natalicio.

 

 El parlamentario resaltó que el pintor nació en Caracas en 1827, fue hijo de un oficial español retirado, Antonio María Tovar; y de Damiana Tovar Liendo. Explicó que el artista se destacó principalmente en los géneros del retrato y de la pintura.

 

 Informó que en 1976 se realizó un intercambio entre el Congreso Nacional y el Concejo Municipal de Caracas, de las obras de Juan Lovera y Martín Tovar y Tovar sobre el 5 de julio de 1811. La obra de Lovera, pintada en 1837, pertenecía al Palacio Federal Legislativo y se sustituyó por la pintura de Tovar y Tovar, que se ubica en el Salón Elíptico.

 

Reseñó que en 1873 Tovar y Tovar firmó su primer gran encargo, la realización de 30 retratos de los próceres de la independencia, y otras personalidades de la vida republicana, para el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo.

 

 Bastida explicó que en el año 1881 recibe un nuevo encargo del gobierno de Antonio Guzmán Blanco, la firma del Acta de la Independencia para el Salón de Sesiones del Concejo Municipal de Caracas. Esta obra es presentada en 1883 en la Exposición Nacional de Venezuela, por lo cual recibe una medalla de oro.

 

 Detalló que el éxito obtenido le vale nuevas encomiendas, tales como la representación de las batallas de Carabobo, Boyacá y Junín, para el cielo raso del Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo; la Batalla de Ayacucho para la Cámara del Senado, y el Tratado de Coche para la Cámara de Diputados.

 

 Agregó que en 1885 parte a Francia para ejecutar, en su taller de París, las obras encargadas, de las cuales sólo pudo concluir la Batalla de Carabobo (1887), la Batalla de Boyacá (1895), la Batalla de Junín (1895) y el Tratado de Coche. De la Batalla de Ayacucho sólo concluyó un boceto, el cuadro fue finalmente pintado por Antonio Herrera Toro en 1906.