Presidente de la AN pide castigos draconianos para los corruptos

Durante la sesión ordinaria de este martes, el presidente de la Asamblea Nacional (AN), diputado Jorge Rodríguez (PSUV/Dtto. Capital), exigió castigos ejemplares y draconianos para los corruptos.  

 

Calificó como digna la respuesta contra la corrupción que han dado el presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, y el vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello Rondón.

 

Informó que la investigación apenas comienza y hasta los momentos hay 19 detenidos por los recientemente descubiertos hechos de corrupción y pidió que los dineros robados se dispongan para la salud y el bienestar del pueblo. 

 

“Claro que hay dolor”, exclamó el parlamentario al señalar que mientras un pueblo y un presidente se mantiene en resistencia, venciendo los ataques imperiales, había otros robando. “Aquí el que roba va preso. También el maldito ladrón privado que corrompió al funcionario”, subrayó.

 

Rodríguez considera que la inmensa mayoría de los diputados son dignos, probos y decentes, así como la mayoría de las venezolanas y venezolanos. Propuso que la Comisión Permanente de Política Interior y el Gobierno Nacional revisen todas las leyes contra la corrupción a objeto de crear castigos más severos. 

 

Exhortó a no caer en provocaciones por las alusiones y groserías que esgrimió el diputado opositor Luis Romero (AP/Nacional), sobre la lucha contra la corrupción que adelanta el Gobierno Nacional. 

 

Aprovechó la oportunidad para recordar, uno por uno, los 30 hechos de corrupción más significativos de los últimos 14 años de la IV República, por los que no se aprehendió a nadie. “Ah, sí. Hubo un preso, el chinito de Recadi”, recordó.

 

Parte de la corrupción en la IV República

 

En este sentido, se refirió a Leopoldo Sucre Figarella, presidente de CVG durante el gobierno de Jaime Lusinchi en 1984, quien ofreció un contrato por 35 mil millones de dólares y se robó 11 mil millones, “por este caso no hubo detenidos”, dijo.

Nombró a Pedro Tinoco, presidente del Banco Central de Venezuela (1989-1992) y ministro de Finanzas (1969-1972), quien ofreció a bancos de su propiedad, como el Banco Latino, bonos “cero cupónes”, los cuales beneficiaron a otras entidades financieras a costa de un pueblo postrado y postergado y no habían pasado ni dos años del Caracazo de 1989.

Sobre Vinicio Carrera, exministro de Transporte y Comunicaciones en el Gobierno de Luis Herrera Campins, Jorge Rodríguez se preguntó cuántos años de cárcel pagó este por robarse los dineros para la construcción de la carretera Chuspa-Osma, que nunca se realizó.

Comentó que en 1987 Jaime Lusinchi refinanció la deuda externa por 30 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional, para endeudar a todos los venezolanos por más de 100 años, para luego decir que no tuvo culpa porque la banca lo engañó.

También hizo referencia de la corrupción cometida por Antonio Ledezma, cuando era alcalde de Caracas, que le asignó un contrato a una presunta empresa de China por 8000 millones de dólares para que administrara el Cementerio del Sur “esa empresa nunca existió y pretendieron cobrarme cuando yo asumí la alcaldía de Caracas”, puntualizó.

Rememoró el caso del maíz africano del gobierno de Luis Herrera Campins por 100 millones de dólares; el Barco Sierra Nevada por 400 millones de dólares, el Banco Progreso y el Banco Latino, representado por Gustavo Gómez López, quien recibió un auxilio financiero que ascendió a 90 mil millones de dólares, “tampoco hubo ni un preso”, exclamo el diputado Rodríguez.

El parlamentario explicó que en el gobierno de Carlos Andrés Pérez (CAP) y Cecilia Matos estos tenían cuentas mancomunadas por 1.200 millones de dólares. Recordó también el robo del Banco de los Trabajadores, donde están involucrados Eleazar Pinto, CAP, Carlos Ortega, por el robo de 1.800 millones de bolívares. “Y ninguno fue preso, ninguno, cero”, apuntó.

Finalmente contó que Diego Enrique Arria Salicetti, cuando fue gobernador del Distrito Federal, compro 72 autobuses con los pisos de cartón por 600 millones de bolívares, unos 200 millones de dólares. “Y presos cero. Así como el robo que hizo William Dávila con Cemento Andino, por mil millones de dólares. ¿Preso? No”, concluyó.