Periodista: Yajaira Marín Meneses / Fotografo: Danielle Rafaela Silva Rondon
Este martes, la Plenaria de la Asamblea Nacional (AN) celebró la derrota de la ultraderecha, que pretendió imponer su agenda de guerra en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), celebrada este 17 y 18 de julio en Bruselas.
En un punto de información, el diputado Roy Daza (PSUV/ Aragua) explicó que la verdadera intención política de la ultraderecha era implosionar la cumbre Celac-UE, que por años se ha venido preparando porque no se tenían las condiciones para el encuentro entre los líderes de Europa, América Latina y el Caribe.
Agregó que una de esas intenciones de la ultraderecha es la posición irresponsable, de quienes conducen la UE, de aplicar sanciones criminales contra Venezuela. "Por lo que ha sido necesario poner como primer punto de discusión en la cumbre, la actuación criminal y la aplicación del bloqueo económico, financiero y comercial en contra de Venezuela”, dijo Daza.
El parlamentario por el estado Aragua, haciendo referencia a la infografía que hoy reseñan los diarios de circulación nacional, dijo que la misma expresa la gallardía y digna posición de Venezuela, al dar reconocimiento y legitimidad al gobierno y al presidente Nicolás Maduro Moros.
Recordó que a la par de este magno evento, también se desarrolla la Cumbre de los Pueblos, por lo que la delegación venezolana ha tenido una importante participación, al tocar emblemáticos tópicos como las migraciones, inflación, el cambio climático, entre otros, de igual relevancia.
Por su parte, el diputado Oscar Ronderos (AD/Nueva Esparta) elogió la celebración de esta cumbre donde convergen 27 jefes de la Unión Europea y 33 de la Comunidad Económica Latinoamericana, y en la que dignamente también participa Venezuela en la representación de la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez Gómez.
Para finalizar, el diputado Ronderos expresó que, luego de ocho años, Venezuela regresa al escenario internacional para formar parte de lo que se podría denominar como un proceso de normalización internacional, ya que pareciera que Europa vuelve sus ojos hacia América Latina como aliado, no solo por razones culturales, sino porque la geopolítica mundial así lo ha demostrado.
