Periodista: Charles Delgado Campos / Fotografo: Danielle Rafaela Silva Rondon
La diputada Iris Varela rememoró a los mártires del 11 de abril de 2002, con motivo de conmemorarse este jueves el 22° aniversario del golpe de Estado fascista contra el Comandante Hugo Chávez Frías.
Varela exaltó a las víctimas de los francotiradores que se apostaron ese día en los edificios de la avenida Baralt, para disparar contra el pueblo chavista concentrado en el puente Llaguno y la avenida Universidad, para defender la Revolución Bolivariana.
Indicó que se trató de un derramamiento de sangre injusto, promovido por la derecha fascista venezolana, "...quienes, mostrando unos dientes de leche, dejaron una huella de lo que son capaces de hacerle al pueblo", recalcó.
La parlamentaria mostró la copia del acta de las declaraciones que ofreció el Comandante Chávez a los fiscales del Ministerio Público Militar, en Fuerte Tiuna, donde lo tenían secuestrado. Explicó que en ese documento se puede leer que aseguraba que no había renunciado a su cargo de presidente de la República.
Narró que cuando iba para Maracay, por la autopista Valle-Coche, un soldado se le acercó para decirle que le iba a entregar un sobre de manila. Le advirtió que no lo podía ver nadie, hasta que él se alejara, porque lo podrían matar. Varela dijo que, posteriormente, al leer el escrito constató que se trataba de las declaraciones de Chávez, donde además exponía sobre su estado de salud, y su solicitud de saber sobre su familia. “Cuestión que le fue negada”, indicó.
Inmediatamente, ella hizo pública esa comunicación cuando la leyó al pueblo apostado en las afueras del Fuerte Tiuna. Fue ahí, dijo, que surgió la consigna “no ha renunciado, lo tienen secuestrado”.
Por último, recordó que los medios de comunicación habían divulgado el supuesto asesinato de dirigentes, incluso el de ella. Agregó que pese a la persecución, se mantuvo en resistencia junto al pueblo, en la calles, exigiendo el regreso de Chávez al poder.
