Periodista: Daniela Rodríguez / Fotografo: Pedro Manuel Corredor Cadiz
La diputada Fayruz Harayli Bazzi (AD/Nacional) exhortó a la comunidad de inmigrantes en Venezuela a defender el país de las amenazas del Gobierno de Estados Unidos.
Así lo expresó, este miércoles, durante la instalación del Capítulo de las Comunidades Internacionales del Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz, efectuado en un hotel capitalino, donde se congregaron representantes de comunidades de inmigrantes de 25 países.
La parlamentaria, quien además representa a la comunidad libanesa en Venezuela, destacó el valor de la instalación de este capítulo del Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz ante los ataques que enfrenta el país.
Recordó que varias comunidades de inmigrantes, de muchos países del mundo, se asentaron en Venezuela huyendo de conflictos bélicos, y fueron recibidas sin distinción de raza, género o religión.
“En este momento debemos ser uno solo en defensa de nuestra patria soberana, de nuestro tricolor que enarbola tantas bellezas y riquezas (...). Tenemos el deber, la obligación de defender nuestras familias, nuestras comunidades, a nuestros hijos y nuestras casas”, expresó.
Prevención ante la guerra
Fayruz Harayli aseguró que la defensa de Venezuela constituye una línea de acción que no obedece a posturas políticas ni a diferencias entre países; por el contrario, responde a la necesidad de protección y prevención ante la crueldad de la guerra.
“Hay que prevenirla a cualquier costo [la guerra] y creo definitivamente que la línea de gobierno ha sido esa. Nosotros tenemos que tener la voluntad de apoyar las cosas buenas y eso haremos”, afirmó.
Finalmente, hizo referencia al apoyo constante de Venezuela a las personas vulnerables de Siria, Libia y Palestina, y reiteró su respaldo al pueblo palestino en el conflicto que enfrenta desde hace dos años.
En ese sentido, cuestionó el accionar de la Corte Penal Internacional (CPI) y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la protección de los derechos humanos, ante lo que considera un acto de genocidio perpetrado por Israel.
