Zorayda León/ Foto Willmer Tovar
La Asamblea Nacional (AN) aprobó este martes un acuerdo para conmemorar los 40 años de la masacre de Cantaura, operación militar del 4 de octubre de 1982 donde fueron asesinados 23 jóvenes dirigentes del Frente Guerrillero Américo Silva.
El diputado Alí Alejandro Primera indicó que este hecho es otro episodio de la historia oscura de la democracia representativa del pasado reciente, que fortalece el espíritu y doctrina de la Revolución Bolivariana.
Para el parlamentario, se trató de un tiempo histórico que sembró la sangre de quienes se opusieron al oprobioso sistema de la democracia puntofijista, tutelada desde los pactos de élite del poder económico y militar luego del derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez hasta el triunfo electoral del Comandante Eterno Hugo Chávez en 1998.
Calificó la acción de Cantaura como uno de los métodos más sanguinarios y brutal para eliminar la disidencia política por la vía del exterminio humano, que aún cuando en la Constitución de 1961 estaba garantizada la vida, el gobierno de Luis Herrera Campins dio el ejecútese a la aniquilación de la lucha insurgente para enfrentar el estado de indefensión de las mayorías.
Primera estima que Cantaura debe verse con ojo acucioso porque fue una vitrina para que el pueblo visualizara cómo se iba a aplastar cualquier intento de sublevación popular contra lo que sería el viernes negro y, más tarde, el paquetazo y el Caracazo de 1989.
Apuntó que en Cantaura se asesinó el debido proceso, se impuso el método de los falsos positivos, intentaron matar a Zamora y a Bolívar, bloquear un proyecto de país como el que nació en la Constitución de 1999, que sí garantiza un estado social de derecho y de justicia.
Calificó al gobierno de Nicolás Maduro como un ejemplo de respeto garante de procesos de paz y de las luchas insurgentes en otros países, que pide la liberación de los hermanos venezolanos secuestrados por los nuevos Reagan que tienen en vilo la vida del planeta. “Mucho de los jóvenes masacrados en Cantaura pudieron haber estado sentados aquí hoy, sembrando en el campo venezolano, dando clases en una universidad, siendo médicos en un hospital o como ingenieros extrayendo el gas de Anaco.
Por su parte, la diputada Blanca Eekhout destacó que la juventud de la época fue condenada a vivir en la violencia, la represión y la barbarie. Subrayó que la masacre de Cantaura se convirtió en una acción en el año 1989 (Caracazo), donde masacraron a civiles inocentes y se cercenó cualquier espacio del pueblo para el de diálogo. En su opinión, es injustificable que existan dudas de que fue una masacre.
